Published on noviembre 22nd, 2015 | by EcoPolítica
0Thomas Piketty y Tim Jackson: “¡Parad de invertir en combustibles fósiles!”
Por Thomas Piketty [1] y Tim Jackson [2]
Artículo publicado en Le Monde el 13 noviembre de 2015
Traducido al castellano para EcoPolítica por Diana Jiménez Suela
Es un momento extraño y decisivo en la historia. La ciencia, la ética y la economía se ponen de acuerdo para enviar una señal muy clara a los mercados: ante la COP21, los inversores responsables deben dejar de invertir en combustibles fósiles. Las decisiones de inversión a largo plazo deben ser tomadas considerando las externalidades de un modelo económico que está en conflicto con las realidades físicas.
A pesar de los acontecimientos climáticos extremos que tienen lugar como telón de fondo, se continúa invirtiendo en proyectos de exploración y explotación de energías “sucias». Estas inversiones son apuestas sobre un futuro en el que las potencialmente vastas reservas de carbono podrían ser explotadas – una apuesta contra el bien público.
Desde un punto de vista financiero, numerosos indicadores muestran que las inversiones en energías fósiles presentan un riesgo significativo. Nosotros pedimos a los inversores que reconozcan este riesgo y que opten por estrategias de inversión compatibles con la meta de limitar el cambio climático bajo la barrera de los 2oC, idealmente 1,5oC. Ante la COP21, la comunidad financiera juega un rol vital en la transición hacia una nueva economía que deje los combustibles fósiles bajo tierra. El clima ya ha cambiado, atmosféricamente por supuesto, pero también política, económica y socialmente.
Las legislaciones climáticas y los objetivos de reducción de las emisiones de efecto invernadero se han ido imponiendo los últimos años. Pero en un momento en el que la industria de los combustibles fósiles debe reorientar el núcleo de su actividad hacia las energías renovables, se hace exactamente lo opuesto y se redoblan los esfuerzos para extraer más carbón, más petróleo y más gas.
El sector energético se ha transformado, pasando de los proyectos de rendimiento elevado con bajo coste, a proyectos de coste elevado y alta intensidad de capital, apostando miles de millones sobre el hecho de que consumiremos estos combustibles en el largo plazo. Mientras tanto, la transición hacia una energía limpia y baja en emisiones de carbono se convierte en una opción cada vez más rentable.
Las evoluciones recientes, tanto políticas como económicas, fueron iniciadas por un cambio mayor en el clima social. El cambio climático ya es una preocupación ciudadana. Hay más combustibles fósiles bajo tierra que los que podemos consumir. Cuanto más carbón, petróleo y gas extraigamos, más inevitable será la catástrofe climática. Ésta es la contradicción inherente a la industria fósil.
Cierto número de inversores ya ha emprendido una transición amplia para desincentivar las energías fósiles. Los mayores fondos soberanos, tales como los de Noruega, la Rockefeller Brothers Fund , o incluso la Universidad de California, todos han expresado sus inquietudes en cuanto a los riesgos asociados a las inversiones del sector mientras ajustan sus carteras y se desprenden de sus activos en las energías fósiles.
Más de 456 instituciones se han comprometido ya a desinvertir en el sector, representando un total de 2.600 millones de dólares de activos. Nosotros alentamos a la comunidad de inversores a ser los precursores de una economía baja en carbono y dejar de invertir en energías fósiles. La desinversión también marca el camino para los compromisos gubernamentales. En el G20, esperamos que tomen las decisiones efectivas para detener toda subvención a las energías fósiles.
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Notas
[1] Thomas Piketty es Director de Estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, Escuela de Economía de París. Es autor de El Capital en el Siglo XXI (Ediciones de Seuil, 2013).
[2] Tim Jackson es profesor de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Surrey, Reino Unido. Es autor de Prosperidad sin crecimiento: economía para un planeta finito (Barcelona: Icaria, 2011).