Published on julio 23rd, 2008 | by EcoPolítica
0Resolución Final del I Encuentro Mundial Verde (Río de Janeiro, 30-31 de mayo de 1992)
PREÁMBULO
Reunida aquí una representación de los partidos verdes de todos los rincones del mundo en la víspera de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED), representamos una rica variedad de culturas y experiencias diversas. Venimos tanto del Norte como del Sur del Planeta, cuyas poblaciones están siendo crecientemente enfrentadas la una con la otra por una profunda crisis ecológica y social. Los verdes del mundo condenamos toda la forma de racismo y de etnocentrismo que divide a la Humanidad, genera guerras y justifica la discriminación, la explotación y, a veces, el exterminio de pueblos.
Nosotros/as, Verdes, nos consideramos unos de los herederos de la lucha por la igualdad, unos de los más importantes estandartes de la historia de la humanidad y apelamos a los pueblos del mundo, especialmente aquellos envueltos en guerras y conflictos étnicos, a deponer sus armas para que el siglo XXI pueda nacer bajo el signo del respeto étnico, cultural, sexual y de otras diferencias, condiciones necesarias para la convivencia pacífica de todos los pueblos.
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I. UNA SITUACIÓN GLOBAL DE EMERGENCIA
Consideramos que las condiciones de vida sobre la Tierra se están deteriorando vertiginosamente.
a) Calentamiento global, polución, pérdida de habitats humanos
El «efecto invernadero» o calentamiento global amenaza el hábitat huma-no y los recursos alimenticios. Según estimaciones científicas, habrá un incremento de la temperatura entre 1,5ºC y 3,5ºC de aquí al año 2100. Con los actuales niveles, el volumen de emisiones que causan el calentamiento global podría doblarse hacia el 2025. Los siete veranos más calurosos de los últimos 150 años los hemos tenido entre 1977 y 1991. La amenaza de inundación se vuelve crecientemente dramática para islas, áreas costeras y deltas fluviales. El programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente prevé que el nivel del mar se eleve 6 cm. cada diez años en el curso del próximo siglo, un fenómeno que amenaza la vivienda de centenares de millones de personas en todo el mundo. La capa de ozono se está deteriorando tanto en la región polar como en las zonas templadas. Cada año son destruidas más de 17 millones de hectáreas de bosques tropicales y templados.
El agua potable de cerca de 1,2 mil millones de personas está contaminada, la desertificación progresa de manera alarmante, más de 50.000 especies de plantas y animales desaparecen cada año en los bosques tropicales. Mientras el uso ilimitado de combustibles fósiles y otros recursos está agotando las resevas y polucionando el aire, la tierra y el agua, las radiaciones producidas por la industria nuclear suponen una nueva amenaza para la vida sobre la Tierra.
b) El sobreconsumo del Norte de los recursos del Sur
Los países industrializados del Norte consumen el 80% de los recursos mundiales y son responsables del 80% de la destrucción ambiental global. Los EE.UU. emiten 20 toneladas anuales per cápita de dióxido de carbono (C0 ) en comparación a las 2 toneladas de Brasil o las 0,5 de Nigeria. A lo largo de los últimos 150 años, los países industralizados del Norte han contribuido decisivamente a la polución del aire a través de un ilimitado consumo de combustibles fósiles. Hoy mismo, los países industralizados continúan importando sin restricciones y por debajo de su valor real materias primas del Sur como la madera tropical, lo que está destruyendo los bosques tropicales. A cambio, el Norte exporta el 85% de los residuos tóxicos. Sólo la CE con el 6% de la población mundial, es responsable del 15% de las emisiones de CO2 del 30% de las emisiones de clorofluorocarbonos (CFCS) y del 70% de las exportaciones de pesticidas. El intercambio entre el Norte y el Sur, está radicalmente desequilibrado tanto cuantitativa como cualitativamente.
c) El crecimiento de la pobreza
Por otro lado, más del 77% de la población mundial recibe solamente el 15% de la riqueza producida en el mundo, un quinto de la población mundial sobrevive con menos de un dólar diario; uno de cada tres niños sufre desnutrición; y tres millones mueren cada año víctimas de enfermedades que podrían ser fácilmente evitadas con medidas preventivas. El abismo económico y social sigue creciendo entre el Norte y el Sur, atrapado por un control de la deuda externa que ha llevado a una transferencia general de la riqueza de los países pobres del Sur a los países ricos del Norte que supone unos 50 mil millones de dólares cada año. El Norte debe reconocer que es simplemente imposible pedir prioridad para la conservación ambiental a pueblos que no tienen suficiente para comer.
d) La crisis de producción alimenticia
Los sistemas naturales milenarios se están echando a perder. Entre 1985 y 1989 (según las últimas cifras), la producción alimenticia per cápita ha caído en 94 países. El volumen global de pesca ha caído en 1990 por primera vez en 20 años. Por primera vez, el número e impacto humanos ha aumentado tanto que está erosionando a escala global los sistemas naturales que permiten la vida. El ritmo de extinción actual de las especies naturales es mil veces mayor de lo normal.
e) El crecimiento de la población
La población mundial actual es de 5.4oo millones. De acuerdo con las estimaciones de la ONU, la población mundial se más que doblará hasta alcanzar los 13.000 millones hacia el año 2100. Tal crecimiento de la población hará mucho más difíciles de resolver los problemas ambientales y sociales.
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II. NECESITAMOS UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO
A la vista de esta situación, los partidos verdes reunidos en Río estamos obligados a hacer sonar la alarma en términos muy firmes: sólo un radical cambio de tendencia puede asegurar las bases de la vida en el próximo milenio.
Si no, nos enfrentaremos a una cascada de catástrofes «naturales» parcialmente provocadas por la acción humana, ecosistemas arruinados, flujos migratorios de poblaciones enteras y la creciente amenaza política de un nuevo autoritarismo y de movimientos fascistas que se proclaman de ideología «ecológica». La transformación industrial basada en el modelo de crecimiento económico cada vez a más y más grande escala ha alcanzado un punto de autodestrucción justo cuando parece haber triunfado en todo el mundo. Está destruyendo no sólo las bases naturales de la actividad económica sino que está provocando tensiones sociales y desigualdades intolerables. Este modelo tiene que ser reemplazado por un nuevo modelo de desarrollo cualitativo que garantice un medio ambiente humanizado tanto para el presente como para el futuro.
a) Un error amenazador
La Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo ofrece una oportunidad histórica inédita de embarcarnos en una nueva era de coexistencia planetaria y de dar los primeros pasos hacia la reconversión del orden económico y ecológico. La cumbre de Río supone un nuevo nivel de conciencia mundial sobre la crisis ecológica global y de la necesidad de actuar. De todas maneras, todo señala que puede constituir un error de dramáticas consecuencias para el medio ambiente y los pueblos de la Tierra. Los gobiernos dirigentes del mundo, echándose las culpas unos a otros, han acordado celebrar una cumbre fingida con tratados fingidos incapaces de cumplir los propósitos que todos proclaman en un conjunto de buenas intenciones sin contenido. La AGENDA 21, no tendrá los fondos necesarios ni las adecuadas estructuras institucionales para su implementación. El borrador del tratado sobre cambio climático no contiene ningún objetivo concreto, ni plazos ni mecanismos para su implantación. Las negociaciones sobre biodiversidad no han supuesto ningún avance sustancial y las referidas a los bosques tropicales aún no han comenzado. La «Cumbre de la Tierra» corre el riesgo de quedarse en meras palabras vacías sobre responsabilidad ambiental de uso hogareño para políticos deseosos de popularidad. La razón básica de este deplorable error de responsabilidad mundial es el servilismo de los líderes políticos actuales a una ideología de «Progreso» basada en el crecimiento y ganancia industrial heredera del siglo pasado y que no tiene viabilidad futura. Naturalmente, eso ha sido fatal.
b) Un llamamiento de última hora
A pesar de o a causa precisamente de estas inciertas previsiones, la representación de los partidos verdes mundiales reunidos en Río lanzan un último llamamiento a los jefes de Estado y Gobierno (especialmente a los de los países ricos industrializados del Norte, que en los últimos 500 años han contraído una deuda ecológica con el Sur) para que asuman su responsabilidad histórica con el planeta Tierra y sus habitantes. Los Verdes estamos convencidos que esto es posible: los países mayores de la OCDE pueden tomar medidas que constituirían un paso significativo en la dirección correcta y, sin arruinar sus economías, ayudar a preparar al planeta para el único desarrollo económico viable en el próximo siglo. Los países ricos tienen los medios para pasar del modelo de desarrollo devastador que han impuesto al resto del planeta, con la complicidad activa de los grupos dominantes en los países del Sur, a un nuevo desarrollo ecológico que permitiría a los pueblos del Sur contribuir plenamente de acuerdo con sus propias necesidades y culturas.
c) El necesario primer paso: un impuesto sobre energía
El International Panel On Climate Change (IPCC) estima que, para estabilizar el clima mundial, las emisiones de CO2 han de ser reducidas entre un 60 y un 80% de aquí al 2030. Como primer paso, los países de la OCDE deberían reducir sus emisiones de C02 un 20% en el año 2000, mientras que al mismo tiempo los países «en transición» (ex-comunistas) tendrían que estabilizar sus emisiones en el nivel del años 1990 y los países en vías de desarrollo limitarían su incremento a un 33% en comparación al nivel de 1990.
Para ayudar a cumplir eso y recaudar fondos necesarios para promover las fuentes de energía renovables y el ahorro energético no sólo en sus propios países sino también en el Este y en el Sur, se tiene que implementar un impuesto sobre el consumo de energías no renovables y las emisiones de C02 en los países de la OCDE. Los Verdes urgen firmemente a cada gobierno de la OCDE a que cada uno lleve adelante -incluso unilateralmene- su impuesto energético así como su abandono de la energía nuclear.
Los estudios muestran que el impuesto energético es una medida totalmente realista, particularmente fácil de introducir en el momento que los precios de la energía son más bajos que los que había antes de la crisis petrolífera de 1973. El problema estriba en la insuficiente voluntad política de la mayoría de los países de la OCDE, empezando por la Administración Bush enn los EEUU. Desgraciadamente, la Comunidad Europea, que podría y debería estar en la vanguardia, se vale de la actitud de los Estados Unidos como excusa para no hacer nada. Urgimos a los países de la OCDE, especialmente a la CE, los EEUU y Japón, a reconsiderar su actitud antes que sea demasiado tarde.
d) Un modelo institucional para administrar un nuevo fondo global
Para promover el necesario modelo institucional para el desarrollo mundial ecológicamente sostenible, tiene que ser creada una nueva Comisión de las Naciones Unidas elegida directamente por la Asamblea General de la ONU y sujeta a control judicial independiente. Estaría mandatada para supervisar la implementación de la AGENDA 21, elaborar informes anuales de todos los países sobre su progreso en cuanto a sostenibilidad, y desarrollar un proceso permanente de cooperación con las ONGS. Esta nueva institución debe estar dotada de los necesarios medios financieros. Si un porcentaje significativo de los beneficios resultantes del impuesto energético aplicado en los países de la OCDE fuese combinado con un incremento de la ayuda oficial prometida al desarrollo y una parte de no màs del 10% del «dividendo de la paz» resultante de la reducción de los gastos militares, sería posible crear un «Fondo Verde» de 125 mil millones de dólares anuales, la cantidad estimada necesaria en la última sesión preparatoria de la UNCED.
e) Un programa básico para la supervivencia
1. En cuanto a la ayuda al desarrollo, la prioridad absoluta tiene que ser la promoción del acceso de mujeres y jóvenes a la educación, propiedad y la participación política. Las políticas pronatalistas en el Norte consumista son incompatibles con un desarrollo sostenible y deben cesar, mientras que las mujeres y hombres de todo el mundo deben tener libre acceso a la planificación familiar. Los Verdes reconocemos que la vía para limitar la población es la justicia social.
2. No ha de esperarse a un nuevo acuerdo climático internacional para prohibir los CFCS y todas las demás sustancias responsables del deterioro de la capa de ozono.
3. La desertificación tiene que ser reconocida como un problema prioritario y tiene que establecerse un fondo para ayudar a las poblaciones amenazadas a que tomen medidas para proteger su medio ambiente.
4. Para salvar los bosques mundiales, Los Verdes hacen un llamamiento a una moratoria global total de importación y exportación de madera proveniente tanto de los bosques tropicales como de los bosques nórdicos y templados hasta que sean establecidos métodos auténticamente ecológicos de crecimiento y tala de madera.
5. La «guerra contra las drogas» no tiene que ser usada como otro pretexto para nuevas intervenciones y operaciones militares para solventar problemas que requieren soluciones sociales y económicas.
6. El libre acceso a los recursos genéticos ha de ser mantenido (excluyendo las patentes sobre los seres vivos), mientras que las empresas privadas e instituciones que usan recursos genéticos para fines comerciales deben crear un fondo mundial para la recuperación y la preservación de los recursos genéticos del Sur.
7. Además, Los Verdes instan a los gobiernos a lograr la extensión de los necesarios acuerdos sobre tres puntos no contenidos en la AGENDA 21:
i. Un acuerdo de prohibición de toda clase de exportación de armas.
ii. Prohibición de las pruebas nucleares.
iii. Medidas para aliviar el peso de la deuda sobre los países en vías de desarrollo. Tiene que ser cancelada la deuda de los 47 países más pobres. Las deudas de otros países también deben ser canceladas una vez que se hayan respetado los derechos fundamentales de la naturaleza y la humanidad y que esté asegurado que la cancelación no beneficiará simplemente a las élites locales, que son las primeras en sacar provecho de la deuda.
8. Los Verdes constatamos que todas estas recomendables medidas serán insuficientes si no se producen cambios básicos en la política económica. Los mecanismos económicos -fiscales y otros- han de internalizar en sus precios los costes ecológicos y sociales, favorecer la introducción de métodos de producción, tecnologías y productos ecológicamente sostenibles y fortalecer su competitividad. El GATT, el Banco Mundial y el FMI han de ser democratizados y estar sujetos a las prioridades ambientales yendo más allá de la desregulación de la economía mundial.
f) Una conclusión segura
Los Verdes protestamos ante la visible transformación de la Cumbre de la Tierra de Río en una operación militar que somete a Río a un estado de sitio. La UNCED, concebida originariamente como una reunión de líderes gubernamentales para proteger el medio ambiente de la Tierra, se está convirtiendo en un ejército militar para proteger a los líderes gubernamentales. El resultado más tangible para el propio Río lo constituyen las masivas congestiones de tráfico y el obsceno recuerdo de la reciente dictadura militar.
Al margen de los resultados de la UNCED de Río, hay un hecho claro. Los Partidos Verdes, las ONGs y las diversas iniciativas ciudadanas que quieren salvar la Tierra y crear condiciones de vida justas y sostenibles ambientalmente deberemos aumentar nuestros esfuerzos. La incapacidad de los actuales líderes políticos para asumir sus responsabilidades hace que nuestra responsabilidad sea mucho mas grande.
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III. LOS PARTIDOS VERDES Y EL SIGLO XXI
a) Nuestra presencia en Río como miembros de la única familia política internacional aparecida desde la Segunda Guerra Mundial sirven también para expresar nuestra determinación de dar ímpetu a la ecología política y a la política verde tanto en el Norte como en el Sur. El movimiento político verde debe prepararse para jugar un papel de liderazgo en la conformación de una visión y objetivos comunes de unir a las gentes de todo el mundo para resolver los problemas ambientales y sociales.
b) Las crecientes tensiones que acompañan al empeoramiento de los problemas ambientales constituyen una amenaza a la democracia y al suelo fértil para tentaciones eco-imperialistas o eco-autoritarias. Estamos convencidos de que la organización regional combinada con la solidaridad intergeneracional es necesaria para permitir participar a la gente y resolver los conflictos nacionales de manera pacífica. Nuestras convicciones democráticas, antiautoritarias y no-violentas, nuestra condena absoluta de y resuelta lucha contra cualquier discriminación social o política por razones de raza, orientación sexual, religión, clase social o cualquiera otras, nuestra concepción tanto civil como social de los derechos humanos, nuestro compromiso con la igualdad entre los hombres en cuanto a representacion y toma de decisiones incluso en nuestros propios movimientos, nuestra voluntad de respetar la diversidad cultural, nuestro amor y respeto por todas las formas de vida, todo esto significa que el movimiento político verde es un baluarte crucial contra la manipulación de la crisis ecológica y el temor que provocan los movimientos de extrema derecha.
c) Nuestras propuestas de cambiar los parámetros de la racionalidad económica y de promover una profunda reconversión de las economías nacionales e internacionales más allá del neoliberalismo o de las simplificaciones de puro control estatal constituyen la única vía posible de encarar los retos de hoy. Nuestra alternativa al consumismo, la producción y consumo destructivos e ilimitados, es resituarlos dentro de los límites impuestos por el equilibrio social y ecológico. La ciega producción tiene que ser sustituida por una producción basada en recursos renovables sin destruir el medio ambiente. Un modelo económico alternativo debe basar el desarrollo en los potenciales de la región y promover su integración. La pobreza cuantitativa y el desarrollo marginal que suelen reinar en el Sur deben ser sustituidos por un desarrollo cualitativo y equilibrado ecológicamente para mejorar la calidad de vida de la gente.
d) Por otra parte, la experiencia nos enseña que los gobiernos sólo se toman seriamente los problemas ambientales cuando la gente vota por los partidos verdes o ambientalistas. En los países donde la politica ambiental cuenta con una presencia directa y autónoma de partidos verdes, que disfrutan de apoyo popular, los partidos tradicionales se «tiñen» de verde. Por eso Los Verdes no se limitan a la perspectiva electoral sino que constituyen un movimiento que se compromete y une sus esfuerzos al lado de las ONGs y los movimientos sociales.
e) Nuestra presencia en Río simboliza nuestra firme convicción de que la política verde no es un «lujo» del Norte sino una necesidad para el mundo entero, y para el Sur antes que para nadie. El hecho es que el impacto social devastador de un medio ambiente deteriorado es mucho mayor en el llamado «Tercer Mundo» o incluso en la Europa del Este que en los países ricos del Norte. En el círculo infernal de atraso, pobreza y crecimiento demográfico, la destrucción ambiental tiene un efecto inmediato sobre la gente. La contaminación del agua afecta a millones de personas. El deterioro de las condiciones sanitarias expone a vastas poblaciones a epidemias a infecciones. Los efectos del calentamiento global amenazan en particular a los pueblos del Sur del planeta.
f) La presencia entre nosotros/as de partidos verdes y ambientalistas de países como México, la Guayana francesa, Niger, Tanzania, Brasil, Zaire o Mali, ilustra el crecimiento de la conciencia ambiental de la gente de esos países. Toda la gente asistente a este Primer Encuentro Verde, tiene la firme intención de constituir en el futuro una única y poderosa corriente política a escala mundial, que vaya más allá del «pensar global, actuar local». Ha llegado la hora de actuar globalmente tambien.
g) En este sentido, hemos decidido reforzar los lazos entre los partidos aquí existentes (incluyendo a los partidos de pueblos sin Estado) para constituir en 1992 una Red Planetaria Verde que permita mantener un intercambio permanente de información sobre la evolución de nuestros partidos y campañas, así como nuestras posiciones respecto a cuestiones globales esenciales. Un comité de dirección provisional (equilibrado geográficamente e igualitario hombres/mujeres) tendrá la responsabilidad de organizar el Congreso Fundacional de la Coordinación Verde Planetaria en 1993 y de redactar un borrador de propuesta organizativa.
h) Como primer paso para la constitución de esta red, promovemos:
1. La comunicación y consultas sistemáticas entre nosotros/as, a través de las nuevas tecnologías.
2. Acciones coordinadas a escala internacional.
3. La delegación de representantes en las reuniones de los demás partidos verdes.
4. Mecanismos concretos de resolución de cuestiones globales comunes.
5. Mecanismos concretos para ayudar a crear y desarrollar los nuevos Partidos Verdes.
6. La constitución de comités transnacionales sobre diferentes asuntos.
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IV. SOLIDARIDAD CON LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES Y LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Queremos aprovechar nuestra presencia en Río para expresar nuestro entusiasmo, apoyo y solidaridad con las ONGs y el Foro Global, los pueblos indígenas y su Conferencia Mundial y otras iniciativas como el Parlamento de la Tierra, el pueblo amazónico de Voadar, y la presentación de la declaración de la Conferencia Mundial de Mujeres y Medio Ambiente celebrada en Miami en noviembre de 1991.